Su suelo es fundamental para darle carácter al vino. Sobre todo porque el conjunto de características geográficas y climáticas influyen en el producto terminado. Adquirir una viña con estas características es fundamental para sentar las bases de un vino único, ya que el terreno influirá de distintas maneras:
– Calidad del vino: Las viñas con años de cultivo suelen producir uvas de mayor calidad. A medida que las vides envejecen, desarrollan raíces más profundas y sistemas radiculares más extensos, lo que les permite extraer nutrientes y agua del suelo de manera más eficiente. Esto contribuye a la concentración de sabores y aromas en las uvas, lo que se traduce en vinos más complejos y de mayor calidad.
– Carácter y singularidad: Una viña con años de historia tiene una personalidad y carácter únicos. Las vides han estado expuestas a diferentes condiciones climáticas y de suelo a lo largo de los años, lo que puede influir en el perfil de sabor y en las características del vino. Muchos productores de vino valoran esta singularidad y se enorgullecen de trabajar con viñedos antiguos para crear vinos distintivos y con una historia arraigada en la región.
– Tradición y legado: Las viñas con años de existencia a menudo están vinculadas a una larga tradición vitivinícola. Pueden haber sido plantadas por generaciones anteriores de viticultores y transmitidas de padres a hijos, lo que agrega un sentido de legado y continuidad. Estas viñas representan la historia y la cultura del vino en la región y, a menudo, son consideradas como un patrimonio valioso.
Por todos estos atributos, el terroir se considera un elemento clave para comprender y apreciar la diversidad y la calidad de los vinos. En Adobe contamos con una exclusiva selección de fincas que cumplen con estos requisitos. Por lo tanto, si están pensando en dar el salto y cumplir el sueño de tener tu propio vino este es el primer paso.